miércoles, 27 de marzo de 2024

¡La inspiración!

 ¡La inspiración! Que poco que dura, que nada que deja, que todo que quita, la penumbra de esta luna, el calor húmedo del lecho, la fresca brisa que mi ventana no puede detener.

En sus adentros conocí el paraíso etéreo y en sus ojos el Edén terrenal.

En su boca suave marea de costa tranquila y apacible.

¡La inspiración! Que poco que dura,

Este hotel, está calle, está ausencia, este silencio... Este sudor sin sentido, este frío mediocre, un nombre, tu nombre. Memoria, será que solo yo tengo memoria. Entre esas piernas blancas hallé yo, lugar añorado color oro, calor templado como el hogar, calidez de lumbre. En esos ojos contemplé la paz del futuro, en su aliento, la fresca brisa de un bosque por la mañana.

¡La inspiración! Que poco que dura,

Más de una vez me he preguntado qué es lo que nos da sentido de pertenencia.

Hoy quiero desdibujar el espejo con la precisión de un metrónomo.

 

martes, 13 de febrero de 2024

¿Has comido de mi hambre?

 

Los fulanos domésticos cada día se vuelven más salvajes.  Las menganas más precisas y los sultanos nos quedamos ciegos; así los sollozos van tomando carácter confesional, cuando el imaginario colectivo adquiere corpórea materia terca del Yo.

 

Si, si... Es pura palabrería para decir que no tengo ganas de olvidar.

 

Mi tarea como bufón es correr el velo, sonreír y llorar en esta nave llena de locura universal. Y digo; el amor en este mundo es ambiguo y auto intoxicante, sin embargo, este final propio conlleva un inicio... Hay gente que pierde a sus demonios para ser feliz, también quien los encuentra para el mismo motivo, has dormido mis insomnios,

¿has comido de mi hambre?

Todos somos parte del silencio de alguien.

 

El sonido de la calma especulativa, el todo de la nada vinculado. Piezas del puzle de la eternidad sedentaria; y el registro épico que afirma la obsesiva tarea de los sultanos al andén de guerra, de las menganas emancipadas obteniendo su lugar y los fulanos tomándose un mate viendo el atardecer.

 

¿has comido de mi hambre?

martes, 2 de enero de 2024

De hecho, todo el tiempo

La entrañable paradoja del polvo y el perfume, esencia de castillo de arena, de sudor, de frente, de estafa predeterminada, noche ardiente que no se apaga y relámpago lejano que aún no se escucha.

Enciendo un cigarrillo, espero opaque el dolor, le diré hola al adiós... ¡Con humo blanco con los restos de este humilde servidor...!

No sé amar sin celar un poquito,

más bien mucho... de hecho, todo el tiempo.

Es que; podría compartir todo lo que tengo, menos, la boca que beso. Es indeleble el vínculo, bien lo sabes, paradoja del polvo y el perfume. Añoranza y odio.

También soy el fantasma de todas las muertes que he vivido.

Vi la fotografía y fue fácil recordar cómo te hice el amor ese día, justo antes de ese momento. De hecho, todo el tiempo. Antes del flash, entre sonrisas. Esa mujer, la mujer que aparece en todos mis sueños, la mujer que también los rompe.  Así como en sueños otro aeropuerto, otra ciudad y ella. Siempre ella. Acá o allá.

Es que; podría compartir Yo todo lo que tengo, menos, la boca que beso...

jueves, 30 de noviembre de 2023

Pedacitos

 

Hay pedacitos de mí por muchos lados, inermes, son hijos no deseados de mundos fallidos en el pasado.

No tienen nombre, nunca les di uno, no me llaman padre, no me consideran así, son remanentes de la amnesia que olvida olvidar.

Son como yo en ese aspecto y les respeto, y los compadezco por la misma razón.

Hay pedacitos de mí por muchos libros,

Hay pedacitos de mí por muchas copas,

En la Melancolía de calles vacías, calles vacías llenas de nada, nada que dice todo y el todo acá en una pantalla de móvil

Hay pedacitos de mí por muchos árboles,

Hay pedacitos de mí por muchos espejos,

Son como tú, que está leyendo estas letras vacías, y les respeto, y los compadezco por la misma razón.

 

viernes, 29 de septiembre de 2023

Noche, Luna de Cosecha

Noche de Luna Llena, profundo olor a ti en mis sentidos que a la sombra ha sellado los espejos que copian la ficción de las cosas, oscuro negro como ala de cuervo, mis pensamientos se agitan en las madrugadas de estos tiempos.

La prisión de unos labios rotos por el tiempo, la excelsa costumbre de no dormir por pensarte. No estoy solo sabes, vos estás ahí, al final de la cama, ese abismo donde empieza la realidad. Vos estás ahí, en ese café tibio sin tomar. Aunado al maquillaje primario o la apócrifa desventura, de salirse del mundo un rato y re cobijarse a semejante altura. No cree, pero duda. De verdad ha pasado tanto tiempo, tantas letras, tanta distancia, tanta gente y silencio; de verdad se fue la vida soñando regresos y llorando partidas. Porque me parece fue un suspiro y aun así se me agotan los segundos de esta efímera queja.

Hace algunos años estaba haciendo maletas... Quería cambiar, recomponer, redireccionar, transmutar, redimir el mundo. Parecía que había olvidado que no creo en los mesías, pero los clavos de ataúd, esos si son muy reales, me esperaban además dos aeropuertos... Me esperaba un beso. Y también, otra vez, un adiós.

A veces dibujo letras, es la clara oscuridad de la noche de Luna de Cosecha. A veces esa tinta invisible me tiñe los ojos y todo es tan claro de nuevo. He creado y adornado tantas cortinas que parezco haber obviado, pero es mentira... Este telón de teatro no puede esconder tantas cosas. Vos por ejemplo.

    Si supieras todas las rutas que aún nos unen. Si pudieras ver los senderos que yo observo, si entendieras que los caminos a Roma no conducen, pero que hay una calle donde tú y yo nos besamos tantas veces. El hilo no se ha roto. Pero no anuda mi meñique, está en mi cuello y el verdugo urge de laburo. Vasto cielo, enorme lago azul, Luna, Luna de Cosecha, límpiame, sáname... Recuérdame que vale la pena respirar porque estoy muy roto aún. Y duele cada palpitar.

 De verdad ha pasado tanto tiempo, tantas letras, tanta distancia, tanta gente y silencio; de verdad se fue la vida soñando regresos y llorando partidas.

lunes, 28 de agosto de 2023

¿Entre el whisky y el amor?

 No sé qué pasa en este lugar, empuja uno la puerta con lágrimas de sal y veo desde el asiento de atrás, en mi pequeñísimo mundo, acá en el interior de la prematura conciencia: El tiempo no cura, olvida.

    Hace quilombo, hace lo que querrás...

            Que Yo sé, que de noche vos me pensás.

El mundo se dirige velozmente a un lugar muy turbio, estropajo aún mucho más turbio que en el que se encuentra hoy; depresión sin ética. Recordar es volver a vivir, pero solo rememoro muerte a veces... me desperté sin muchas ganas. Son las 09:55 y tengo una leve sensación de querer llorar, claro no lo hare, pero sé que está ahí adentro, como segundero imparable.

Nosotros los infelices, los que no conseguimos dormir de noche, insomnes del horror. La horda que odia a la horda, por ser y comportarse como una horda. Veo el vaso a medio de llenar de whisky, como el corazón a medio llenar de amor, no se decidirme, cual boto cual bebo.

¿¿¿Entre el whisky y el amor decís (???). Cosa difícil he de decir, ambos calientan mi pecho cuando me los tomo en serio.

 No compro vocal para argumentar, pero puede haber tantos beligerantes como intereses. Estos domingos de pensamientos ambiguos y almuerzo retardados me ponen, no sé, regular. Whisky barato, para recuerdos de gran reserva entre labios resecos anémicos de besos.

Me pregunto si un día de estos te da por escribirme de nuevo, nos miramos con odio, nos queremos con justicia o con venganza, y las horas entre ambivalencia se quedan con sed de whisky, depresión sin ética.

 

domingo, 28 de mayo de 2023

Zahorí

 

Quizás eso es AMOR. DOMINGO de esos, cuando tu voz atrapada en una grabación me dice hola. ¡Hola! Sin saber nada, lo sé todo y tiene sentido, ¡aunque en verdad no lo tiene!

Todo decidido a cara cruz, el tiempo pasó. No sé si nos hicimos más viejos, pelotudos, ambas cosas o cada cual comenzó a sentirse identificado con su propia miseria solitaria.

Como zahorí buscando entre las personas un rostro. Tu rostro, y solo ruinas de vidas pasadas me encuentro en la búsqueda. Y así, sin más... como quien nunca fue, como quien nunca estuvo, le dije adiós a quien ya se había marchado.

    Lluvias de fin de verano, monzónicas, espontáneas, fugaces como sueños bonitos, relampagueantes como el despertar a medianoche.